Ascia monuste, invasiones de pirpintos en Tucumán

Tras un complicado año 2020, el año 2021 empezó en Tucumán con una invasión de mariposas blancas, llamadas comúnmente ‘pirpintos’, que quedó registrada en fotos y artículos locales. La especie Ascia monuste migra desde el norte del país hacia el sur (llegando hasta las provincias de La Pampa o Río Negro), pasando por la provincia de Tucumán y convirtiéndose en un fenómeno característico de la temporada de verano. Si bien el fenómeno se da todos los años, cada algunos, el pico poblacional genera una abundancia inusitada de la especie durante su paso. En esta nota, les contamos algunas curiosidades sobre ellas.

La especie

La especie Ascia monuste es característica de la región denominada Selva Paranense y Marginales Bosques Rivereños. Esta ecorregión contiene la mayor diversidad de especies en el país, caracterizada por su selvas densas, sus altas temperaturas y humedad. Si bien Tucumán no forma parte de esta área, sino de la ecorregión denominada Selva de Yungas, la subespecie ‘automate’ migra por millares a través del NOA y del bosque chaqueño.
Como consecuencia de la migración, la presencia de estas mariposas es un fenómeno característico de la temporada de verano en la provincia. Comúnmente – y mal- llamadas “pirpintos”, estos insectos se caracterizan por poseer un vuelo veloz y posarse en grupos. En su trayecto, recorren un largo camino durante unos cuatro meses que, además, es el tiempo aproximado que dura toda su vida.

De hábitos diurnos y alas delicadas, su pico poblacional es cada tres o cuatro años. Lo cual significa que la cantidad de individuos migrantes aumenta, intensificando el fenómeno de su aparición por las zonas que pasan, como estimativamente ocurrió a comienzos de este año en Tucumán. Invadiendo el primero de enero Yerba Buena, el Cadillal y las demás áreas de gran vegetación. Una enorme cantidad de individuos de esta especie permanece en el recuerdo de este comienzo de año, formando parte de los hitos del verano en la provincia.

La oleada de “pirpintos” que inaugura el año

Tras un 2020 difícil por la situación internacional pero también local, el vuelo de estas mariposas se interpretó mediado por la esperanza de un buen augurio. La esperanza de un futuro distinto al del año que había terminado la noche anterior. Con su vuelo, esta especie migrante envolvía, el primer día del año, a los pobladores de la provincia. Contrariamente a lo que muchas veces “se piensa”, estas mariposas no son perjudiciales para la salud en ningún sentido. Por otro lado, quizá no sea tan errado asociarlas a la noción abstracta de purificación, aunque nada tenga que ver con las circunstancias sociales contextuales. La presencia de estas mariposas indica cierto grado de limpieza en el ambiente, es decir, que el ecosistema se encuentra apto para su reproducción. ¿La esperanza transmitida por su vuelo pervive? ¿El primero de enero del próximo año nos sorprenderá con el fenómeno?

Autora de la imagen de portada: Gabriela A. Cisterna