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Sofia Muroni: pastelería e historias para el corazón

Muroni - Muroni

A través de esta nota les acercamos otra historia de inmigración en Tucumán. En esta oportunidad, Sofia Muroni nos cuenta sobre su familia, y cómo toda su herencia cultural familiar confluyó para que pueda seguir sus sueños y tener su propia pastelería: La Almudena de María

Los Muroni, vinculados desde el nombre

Lo primero que destaca Sofia en su historia familiar es una inconsciente coincidencia. Su segundo nombre es Agostina, casualmente uno de los nombres que llevaba su bisabuelo: Giovanni Stefano Agostino Muroni. Sorpresa que descubrieron mientras revisaban las actas de la familia. Sofia se describe a sí misma como una persona que ama las tradiciones y lo heredado. Motivo por el cual encontró este descubrimiento como una maravillosa casualidad del destino.
“Mi bisabuelo era oriundo de Cagliari, en Cerdeña. Otro dato curioso es que el nació el 10 octubre de 1889 y yo nací en 1989 ¡100 años después de mi bisabuelo!” destaca Sofia.  

Cruzando el océano y una historia de amor

Giovanni Muroni emigró a Argentina con 18 años, cuando ya había estallado la Primera Guerra Mundial. Dejando el puerto y Buenos Aires, se traslada a la Rioja en busca de trabajo y es allí donde conoce a Rita Antolina Romero -hija del cacique Diaguita de la Rioja-. Como si fuera una novela, se enamoraron y llegaron a Tucumán donde echaron raíces.
Con el característico espíritu resiliente que define a muchos inmigrantes, comenzaron a trabajar en cosechas para otras personas, mientras construían su vida y su patrimonio. Trabajaron incansables hasta que llegaron a tener 125 hectáreas, en la zona de Talamuyo -al sur de la provincia, muy cerca del departamento Juan Bautista Alberdi- donde cultivaban principalmente tabaco.
“Mi bisabuelo se nacionalizó argentino en 1972. En ese momento, se hizo una gran fiesta porque para los emigrantes de la época era importante, ya que les aseguraba una serie de derechos” comenta.

Esteban Muroni en su juventud días antes de viajar a Argentina y en su edad adulta, en una cena familiar.
Autora: Sofia Muroni

La gran familia Muroni

“Mi bisabuelo, Esteban Muroni -Stefano Agostino, cuyo nombre se españolizó al llegar a Argentina- fallece a los 85 años. Llega a tener nueve hijos. El más grande es mi abuelo, Salvador Muroni, y yo soy su nieta mayor. Todos sus hijos fallecieron ya, excepto mi tía Rita que era la más chica, la única hija de Esteban con la que todavía podemos compartir. En total tuvieron 35 nietos, más de 100 bisnietos ¡y poco más de 25 tataranietos!
¿Y cómo se despierta mi interés por la italianidad? Gracias a actividades que solemos hacer en la escuela primaria para armar el árbol genealógico.

Lucia Muroni junto a su hijo Mariano ¡el tataranieto más pequeño de los Muroni!
Autora: Lucia Muroni

Hace unos años mi tía Rita, finalmente, se decide a saciar la curiosidad de sus bisnietos y, por medio de una carta que redacta, nos cuenta datos importantes de la familia para que perduren. Escribe nombres, fechas importantes y la historia de cómo fueron progresivamente construyendo sus vidas” cuenta.

¡La vida es hoy!

“Podría decir que el origen de mi pastelería fue, desde siempre, el sabor de las comidas caseras y la sensación acogedora de recibir al otro. Mi bisabuela Rita y su consuegra Visitación cocinaban y tenían algunos cuadernos de cocina donde anotaban sus recetas -como contaba mi abuela-, pero lamentablemente se perdieron en el tiempo.
Soy profesora y pedagoga y el trabajo docente exige energía y tiempo. Siempre pensé que, cuando me jubile de docente, iba a tener una panadería y en el piso superior mi casa, porque amo sentir el olor de las facturas a la mañana, me encanta. Entonces, en 2017, mientras terminaba mi carrera de pedagoga, pensaba ¿Por qué tenía que esperar a jubilarme? ¿Por qué no empezarlo hoy? Así que el 28 de octubre de 2017 comenzó La Almudena de María, sirviendo la mesa dulce del cumpleaños 50 de mi mamá” nos transmite con orgullo.

Esencias

“En 2018, me dediqué a estudiar la carrera de pastelería profesional en la Escuela Patagónica de cocina. Fui abanderada de la carrera y logré perfeccionarme muchísimo. No solo en técnica sino en manipulación de los alimentos, su conservación y otras cosas fundamentales que se logran estudiando. Y ¿Por qué mi pastelería no tiene un nombre italiano? Simplemente porque mucho de lo que me gusta hacer o mi forma de hacerlo es inspirado en la cocina española, en su simplicidad.
Busco que el cliente sienta la calidez y el amor que vuelco en cada detalle de mis productos y que lo disfrute tanto como yo lo hago. La familia se encuentra en la mesa, compartiendo. Es esa calidez que se genera en mi familia, la misma que se genera en mi pastelería” añade.

Combinaciones heredadas para Sofia Muroni

La historia familiar de Sofia se refleja en su cocina. Aprendió de todos sus ancestros y los honra en cada producto. Un ejemplo de esto es su famoso cheesecake. “Lleva mascarpone y un arrope de sandía que solo lo hacia mi bisabuela Rita, cuya receta se transmitió de generación en generación, hasta llegar a mí. El arrope de sandía que utilizo es una receta heredada de los diaguitas. Al usarlo reivindico mis raíces, las raíces de mi familia que son europeas -como la de muchos argentinos- y también diaguita. Esto me hace sentir doblemente orgullosa.  La argentinidad está dada, en gran medida, por la mezcla de culturas, por eso me siento muy feliz de mis orígenes.  Los seres humanos somos seres de historia” comenta.

Sofia Muroni junto a su madre y hermanos.
Autor: Sofia Muroni

Objetivos y pasión

“Quiero que la comunidad de descendientes de italianos pueda probar los sabores de Italia, hechos fuera de Italia. Me propongo que siempre una parte de mi carta sea para todas las familias que tienen sus orígenes italianos, para que se encuentren con esos sabores y para recordarnos de donde son nuestras raíces. Somos argentinos, pero no olvidemos de dónde venimos, cuáles son los sabores de nuestros abuelos y compartirlos con la comunidad. Para mi, incorporarlos es reflejar la italianidad.
Los productos más elegidos son los cannoli, el tiramisù y el pandoro. Mi idea es ampliar la oferta y hacer que convivan la pastelería española por su simpleza, la argentina y la italiana” finaliza Sofia.

Imagen de portada: Rita Romero y Esteban Muroni con sus hijos.
Autora: Sofia Muroni.

Sofia Muroni: pastelería e historias para el corazón ultima modifica: 2021-12-13T08:01:00-03:00 da Paula Lorini Savelli

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