Antonella Marchionni llegó a Tucumán desde Salta para formarse como arquitecta, aunque su vida tomó un rumbo alejado de la planificación de planos. Con 32 años, es la creadora de Vecchia Vintage, un negocio dedicado a la moda sustentable que crece y obliga a pensar sobre la producción de indumentaria. Entendió que su vida estaría alejada de la arquitectura. Asegura que tuvo una revelación: “Siempre fui muy curiosa, autodidacta y emprendedora, lo que me permitió descubrir que mi pasión era la moda, el estilismo y todo lo relacionado al liderazgo y a dirigir una empresa”.
El enfoque principal del negocio es recircular prendas que se encuentran en excelentes condiciones con el objetivo de alargarles la vida útil. De esta manera lograr evitar que terminen en vertederos o incineradas, ocupando gran masa de tierra y emitiendo gases tóxicos al medio ambiente. También promueven el consumo consciente y trabajan mucho con contenidos inspiracionales de moda y estilismo para que las personas puedan sacar ideas para recrearlos en sus casas y darles más usos a sus prendas.
El origen de Vecchia Vintage
El emprendimiento se concretó en 2017 cuando Antonella renunció a su primer trabajo como arquitecta y necesitó una manera de seguir adelante. “Comencé a intervenir prendas por encargo y a pintar parches para ropa. Mis amigas me llevaban camperas de jean y yo las transformaba y las pintaba a mano. Surgió la posibilidad de llevarlas a una feria de ropa usada en el Howard Johnson. En ese entonces no era muy común la movida en Tucumán. Lo vi como una oportunidad para juntar algunas prendas de conocidos y mostrar lo que yo hacía”, cuenta.
“Me creé un Instagram con el nombre Vecchia Vintage, diseñé un logo y comencé a subir fotos de todo. Cuando finalizó el evento, me ofrecieron llevarme valijas con ropa para vender en consignación y acepté. Pedí prestado un perchero y arranqué a vender en el living de mi departamento. En paralelo, comencé a investigar sobre el negocio y me encontré con que ya existía en otras partes del mundo y que era muy rentable. Así que lo estudié un poco y comencé a probar diferentes cosas que me llevaron a lo que es hoy”, dice entusiasmada Antonella sobre los orígenes de su emprendimiento.
Pero la salteña entendió que no solo era un negocio, sino que el impacto sería más que eso. “Comencé a informarme sobre el impacto de la Industria Textil, del cual yo no tenía idea. Así comprendí que además de vender, esto también era un medio para informar al respecto y promover el consumo consciente con el objetivo de generar un cambio en nuestros hábitos y hacer nuestro aporte al Medio Ambiente”, revela.
Inspiración italiana
El nombre del proyecto remite automáticamente a Italia y esto tiene sentido con los orígenes de la creadora. La inspiración de Antonella vino directamente de las mujeres de su familia. “Mi mamá es artista, mi abuela y mi nonna sabían coser, tejer, hacían prendas para ellas mismas y para nosotras. Mi nonna y nonno solían viajar una vez al año a Italia y traían prendas de allá o textiles hermosos con los que mi mamá también se confeccionaba su ropa. Heredé muchas de ellas y actualmente las uso muchísimo. Mi nonna era muy coqueta, le encantaba vestirse, maquillarse y perfumarse. Siempre estaba haciendo cosas, era muy emprendedora”, recuerda y admite que son todos recuerdos felices de su infancia.
Sobre el nombre que lleva el proyecto sostiene: “Buscaba una palabra que vaya de la mano con una parte de mi identidad y a la vez también haga referencia al término de “ropa usada” o “ropa vieja” que muchos solíamos usar. Vecchia significa “vieja” en italiano, y el vintage lo agregué para que las personas puedan tener una idea del tipo de negocio del que les estaba hablando”. Y agrega: “El término vintage se refiere a objetos y prendas que tienen una cierta edad y se considera que han mejorado o se han revalorizado con el paso del tiempo. A pesar de que las prendas que ofrecemos no datan de tantos años de antigüedad, el término es, en parte, alusivo a la recirculación de prendas usadas“.
Moda sustentable en Tucumán
Antonella confiesa que notó un crecimiento de la moda sustentable en Tucumán en los últimos dos años. “Ya no hay tanto prejuicio como antes. También tomaron mayor relevancia y comenzaron a visibilizarse muchos grupos de activistas que trabajan constantemente para seguir informando, educando y proponiendo diferentes proyectos de ley que nos permitan continuar hacia formas de vida más sostenibles”, dice la emprendedora. Sin embargo, admite que la explosión del mercado de lo sostenible vendrá precedida de un largo proceso y que en Vecchia Vintage trabajan para transitar ese cambio.
Sobre el final de la entrevista, Antonella reflexiona acerca de lo que sucederá en el futuro. “La moda y la industria tienen una gran responsabilidad por delante, ya que son, al mismo tiempo, el reflejo de lo que sucede en la sociedad y son motores de grandes cambios”, comenta. Sin embargo, mantiene intacta la esperanza sobre esto: “Puede convertirse en un instrumento que ayude a comprendernos mejor como personas y como parte de una cultura y nos lleve a formas de vida más sostenibles”. Y deja un mensaje importante: “Siempre digo que no dudes de que un grupo pequeño y comprometido de personas pueden cambiar el mundo porque es lo único que alguna vez lo hizo”.
Excelente nota !! Felicitaciones Antonella y Mattia por la nota !!!
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Muy buena Nota!! gracias por compartirla!!!!