Limoneros decoran todo nuestro camino a través de la Costa Amalfitana. Algunos crecen en macetas y adornan las entradas de muchas casas o negocios. En Tucumán los limones son parte fundamental de la economía. Te invitamos a leer un poco más en esta nota.
El limón, un producto con historia
La Costa Amalfitana está bañada por el mar Tirreno. Sus zonas rurales prueban la capacidad de adaptación de sus habitantes, quienes aprovecharon la diversidad de terrenos para los cultivos. Los limones de este lugar eran conocidos desde la época romana, como lo demuestran algunos frescos y mosaicos encontrados en Herculano y Pompeya.
Su jugo se considera óptimo como condimento, debido a su inconfundible perfume e intenso sabor en comparación a otros. Además, se aprovechan sus semillas, cáscaras y hasta las hojas del árbol. Comúnmente, se considera que poseen propiedades terapéuticas. Pueden ser utilizados para acompañar tratamientos contra infecciones o anti-estrés.
Con estos limones se obtiene una bebida muy conocida: el Limoncello. Tradicionalmente preparado por amas de casa, alcanza su popularidad a partir de los años 80, cuando comienza a elaborarse industrialmente. Su autoría se disputa entre las cautivantes ciudades de Sorrento, Amalfi y Capri. Este néctar dorado es producto de la maceración de las cáscaras en alcohol y el agregado de almíbar. Luego, debemos dejar reposar esa mezcla durante un par de meses y finalmente es degustado en festividades o reuniones familiares.
Tucumán está bañado en oro
Los limones fueron introducidos en la provincia de Tucumán por los Jesuitas en 1556. Cuando la Estación Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC) inserta nuevas variedades de la fruta a partir de 1909, se produce un salto tecnológico en su producción. Con la crisis del sector azucarero, a partir de los años 60 comienza la exportación de la fruta fresca y derivados industriales.
Actualmente, Tucumán es la principal exportadora mundial de jugo y aceite esencial de este cítrico y se encuentra segunda en la exportación de fruta fresca. Su importancia es tal que se estima que cada botella de Coca Cola consumida en el mundo lleva aproximadamente 6 gotas de limón de Tucumán.
El mayor exportador de limones del mundo
La provincia tiene un área citrícola de alrededor de 40.930 hectáreas plantadas y de las cuales cerca de un 95 % está dedicada a la producción de limones. Esta zona se distribuye a lo largo de una estrecha franja que se extiende desde el departamento Burruyacú, hasta el departamento La Cocha.
En esta zona, las condiciones agroecológicas son excepcionales ya que tienen una perfecta combinación de calor y humedad que favorece el crecimiento del limón, a diferencia de la producción de Italia y España donde se cultiva en zonas secas. Como dijimos en un principio, es común encontrar al sur de Italia macetas con cítricos que custodian las entradas de hogares y negocios. No solo proveen a la familia de esta maravillosa fruta, sino que también adornan, perfuman y nos asombran constantemente.
En Tucumán sería ideal adoptar esa costumbre italiana y aprovechar la oportunidad para enseñar el cuidado y la utilización apropiada de este árbol tan noble que es parte inseparable de nuestra provincia.
