Cómo sabemos, cada 8 de diciembre los católicos comienzan a desempolvar las guirnaldas y preparar todo para el armado del árbol de Navidad. Pasa el tiempo pero la tradición perdura en las casas, la familia se reúne y se lleva a cabo, año a año, el mismo ritual. Sí, tenemos claro que ya nos encontramos en tiempo de Adviento desde antes. Pero este ritual es una forma de dar inicio en muchas casas a nuestra preparación para la Navidad y Nochebuena ¿Vos ya empezaste los preparativos?
Celebraciones cristianas: el 8 de diciembre
Cada 8 de diciembre los católicos celebran la Inmaculada Concepción de la Virgen María. En ese sentido, es un día sumamente importante para la comunidad de fieles. Implica ir a misa porque es un día solemne. Incluso es una de las festividades marianas más importantes de la iglesia. Celebramos la concepción de María sin pecado original. Con ese antecedente sería válido preguntarnos si existe o no algún tipo de conexión entre la fecha del calendario católico y el arbolito. La respuesta es una, no hay relación causal entre ella festividad del día y la tradición. Pero eso no le quita menos fuerza. Grande, pequeño, verde, blanco, de madera o cualquier otro material, nos movilizamos en busca de un árbol para nuestro hogar.
Posibles interpretaciones
Si nos remontamos a las Sagradas Escrituras, algunos sostienen que el árbol es un recordatorio del paraíso. La religión nos enseña que en el paraíso se hallaba el árbol con el fruto prohibido del cual comieron tanto Adán como Eva. Si nos guiamos de esa interpretación, el árbol nos recuerda el origen del pecado original, donde se quebró nuestra relación con Dios. Pero, al mismo tiempo, es entonces un recordatorio de que Jesús, el niño del pesebre, viene a reconciliarnos con nuestro Dios. Otras interpretaciones ubican al árbol de Navidad en relación al árbol de la vida. También se señala que la triangularidad de su forma es un recordatorio de la Santísima Trinidad. Lo cierto es que si bien son interpretaciones, son formas de las cuales nos valemos. Porque buscamos algo para darle un sentido a nuestra acción cada 8 de diciembre.
¿Qué no le puede faltar a tu arbolito?
Si caminamos por las calles y vemos las vidrieras tucumanas nos sentimos sin dudas avasallados por la gran cantidad de decoraciones a la vista. Las peatonales son la prueba de ello. Aunque no todas esas decoraciones son necesarias. Si tenes dudas, te contamos que lo imprescindible es una estrella, esferas, lazos y luces. Simbólicamente desde la religión cristiana, la estrella es una alusión a la estrella de Belén. Las esferas que originalmente representaban las tentaciones, hoy recuerdan a los dones que Dios le dió a los hombres. Los lazos representan en la tradición la unión entre los miembros de la propia familia. Por su parte las luces nos recuerdan la luz de Cristo. El orden para colocarlos se los dejamos a ustedes. Pero quizás esto sea una excusa para compartir tiempo en familia con los seres queridos. ¿Vos ya lo armaste?
