Día del Animal: historia, leyes y reflexiones

Quienes amamos a los animales nunca dejamos de preguntarnos qué se esconde detrás de esos ojitos llenos de vida y de ese amor tan puro. En esta oportunidad, tengo el gusto de presentarles la historia del Día del Animal y una reflexión final: ojalá incluyamos en la humanidad, los valores animales.

¿Cuándo es realmente el Día del Animal?

En Argentina, el Día del Animal se estableció el 29 de abril -teóricamente- como homenaje a Ignacio Lucas Albarracín, un abogado precursor en la lucha por los derechos de los animales y una de las primeras personas en presidir la Sociedad Argentina Protectora de Animales. Aunque la fecha de su muerte se produjo casualmente un 29 de abril, la realidad es que fue una celebración que se fijó muchos años antes de su deceso.
 Otras personalidades que siempre estuvieron vinculados con este tema fueron Sarmiento, Mitre, Guido Spano y Vicente López.  
En el resto del mundo, se fija el 4 de octubre en honor a San Francisco de Asís. El santo nació en Italia, en una familia privilegiada. Se despojó de todos sus bienes materiales y se dedicó a ayudar tanto a sus pares humanos como animales, nombrándoselo posteriormente su patrono.

Su reconocimiento legal

Albarracín fue uno de los impulsores de la Ley Nacional de Protección de los Animales (N° 2786). Dicha ley fue la antecesora de la que rige actualmente, la ley 14.346 por la que se establecen penas para las personas que los maltraten o hagan víctimas de actos de crueldad. Por medio de jurisprudencia, se llegó a determinar que ellos son también individuos, sujetos de derecho, seres sintientes. Sin embargo, lamentablemente en la actualidad, los llamados y denuncias que los involucran frecuentemente son ignoradas.
En la ley 14.346, se diferencian los actos de maltrato (poniendo el acento en aspectos más ‘cotidianos’) y los actos de crueldad (refiriéndose por ejemplo a mutilaciones, riñas, etc). El derecho animal es, en realidad, interdisciplinario porque se incluyen ramas como la filosofía y la política. Para hablar de estos derechos, necesitamos un gran nivel de moralidad, ética y conciencia.  

¿Por qué ser humanos, en un mundo animal?

Solemos usar despectivamente la palabra <animal>. ¿Se les ocurren algunos usos? Habitualmente, este término denota desprecio, insulta. Lo relacionamos con los bajos instintos, la violencia, la falta de razón. Pero ¿no son estas características que abundan en nuestra sociedad? ¿Acaso la humanidad no daña, lastima, caza y mata por mero placer?¿No fue el humano quien consiguió la EXTINCIÓN de miles de especies? En la era de los avances tecnológicos, con todas las posibilidades que tenemos a nuestro alcance ¿todavía es necesario usar el sufrimiento animal para fines humanos?
Dicho esto y a modo de reflexión ¿no es más “humano” el animal, que el “animal” humano? ¿No es más riesgoso ser un animal en el mundo humano, que un humano en el reino animal? Apropiémonos de la bondad, el amor incondicional, el compañerismo y la luz que estos seres nos comparten. El mundo será un lugar mejor.