El rugby es un deporte de evasión y contacto, nacido en Inglaterra. El judo es un arte marcial y deporte de contacto japonés. Ambos confluyen en el corazón de Federico Fernández, un tucumano que los llevó a otro nivel.
Federico Fernández: un poco de su historia
“Mi relación con Italia comenzó desde niño. Nací en Lules, Guarino es mi apellido materno y con el cual pude obtener el pasaporte italiano. Tengo por un lado, a mis abuelos maternos que eran de Calabria y de Marzano Sul Sarno en la provincia de Salerno -región de Campania-. Por otro lado, estaba mi abuela paterna que era también calabresa. Recuerdo siempre que mi bisabuelo organizaba reuniones con todos los italianos de Tucumán en su casa” nos cuenta Federico.
“Me crié en una familia italiana con muchísimas costumbres muy arraigadas. Siempre tengo presentes aquellos domingos en los que nos juntábamos todos a comer pastas caseras, escuchando música italiana y bailando Tarantela. Siento una conexión muy fuerte con Italia, está en mis genes” nos cuenta Federico, con emoción.
Cuando dos pasiones se unen
“A lo largo de mi vida, el rugby ocupó siempre un lugar fundamental. No podría dejar de agradecer a Ricardo y Juan Gutierrez que fueron mis entrenadores en Los Tarcos, al igual que a Priscila Alvarez, quien me abrió las puertas en Tucumán y permitió entrenar a muchos rugbistas”.
“Comencé a hacer judo como complemento en una post temporada de rugby. Rápidamente me enamoré de esta actividad que marcó mi vida. Gracias a Rodrigo Lucenti que me entrenó para salir campeón argentino de judo, para conseguir el Cinturón Negro y primer Dan, pude cumplir mi objetivo personal como judoca. Afortunadamente tuve la posibilidad de combinar mis dos pasiones cuando unos amigos que vivían en Italia, uno en Brescia, otro en Milán y un amigo salteño que vive en Varese me ofrecieron ir a dictar cursos de judo aplicado al rugby” comenta Federico.
¿De qué se trata?
“Estamos hablando de un entrenamiento para desarrollar destrezas en situaciones de contacto así como también enseñar caídas para prevenir lesiones. Entonces, combinamos las técnicas de lucha del judo para que luego al jugar rugby, el sujeto pueda emplear esos movimientos y sepa cómo evadir, realizar giros, al igual que impactar con el jugador contrario, entre otras técnicas que realmente son muy ventajosas para el equipo. Es utilizado actualmente en Francia y otros países potencias del rugby” nos explica Federico.
“Hice dos grandes viajes: el primero en junio del 2019 y en febrero del 2020, a Lumezzane -provincia de Brescia-, Rho -provincia de Milano-, y Valcuvia -provincia de Varese-. La idea es darle continuidad a este proyecto y extenderlo por toda Italia. Teníamos programada una gira para junio del 2020 pero todo se vió frenado debido al coronavirus. Sin embargo, esperamos poder retomarlo para febrero del 2021.
Resulta una experiencia muy enriquecedora tanto para los que participan en los cursos como para mí. Gracias a esto, tuve la oportunidad de conocer lugares únicos como Sirmione en el Lago de Garda, el Lago Iseo e incluso Vall D’Aosta. Amo el norte de Italia, sus paisajes, sus montañas y lagos. En Torino, que para mí es la ciudad más hermosa del mundo, me encontré con una energía única, especial y mágica” concluye Federico.
