Archivo Histórico de la Provincia de Tucumán

“La historia no es un simple repertorio de sucesos pretéritos” afirma el Director del Archivo Histórico de la Provincia de Tucumán, Lic. José Sánchez Toranzo. A su vez, enfatiza el carácter público del espacio, al que puede acudir cualquier persona interesada en indagar sobre la historia de nuestra provincia.

El Archivo Histórico

El Archivo contiene registros desde el año 1570 aproximadamente, cuando la capital tucumana aún estaba instalada en Ibatín. A partir de esa fecha, el caudal de registros se extiende completo hasta fines del siglo XIX y disminuye a medida que se avanza sobre el XX.
Para su Director, resulta imperativo señalar que el contenido del Archivo no es mera historia de próceres y grandes personajes de la historia. Por el contrario, contiene registros que van desde poderes, compras, ventas, hasta las Actas Capitulares de los Cabildos. Es decir, el Archivo contiene la historia de los habitantes “anónimos” además de la “historia grande”. Registros que informan el precio de los insumos y las mercaderías, de propiedad, de préstamos e incluso los Fondos Judicial Civil y Judicial del Crimen.

Estos Fondos, que indican la procedencia de los archivos y se dividen en Fondo Protocolo, Fondo de Gobierno, entre otros, son las fuentes a las que puede acceder cualquier historiador, además del público en general, para investigar. Si toda narración historiográfica supone una interpretación, en este espacio se encuentra la materia prima para ello.

Lo público y lo privado

Resulta igualmente interesante, la distinción registrada en los archivos entre el ámbito de la vida pública y el de la vida privada. Correspondiente a los Fondos Judiciales, hay más de un caso en el que la fuerza pública y la sociedad en general, intervenían para que un hombre que abandonaba el hogar, regresara él con su familia. El Director recuerda en particular el caso de un vecino apellidado “Muñoz”, que da nombre al Cerro de nuestra provincia, quien abandonó a su familia y huyó para vivir en un harén de indígenas. Días después, proceso legal de por medio, la fuerza policial fue a buscarlo devolviéndolo a su hogar.

Por otro lado, Sánchez Toranzo destaca que -en situaciones de necesidad- frente a guerras, catástrofes e incluso para la organización de fiestas, eran los vecinos quienes colaboraban tanto económicamente como con alimentos y mercancías necesarias. El Archivo cuenta con largas listas donde queda asentada cada familia y su contribución, obligatoria para las más pudientes, opcional pero igualmente efectuada para las más pobres. Dinero, velas, animales como una vaca o un cabrito y sus mismas personas para pelear, contribuciones que permitieron afrontar las guerras por la independencia y las situaciones de gravedad acaecidas.

1812: la Batalla de Tucumán

Probablemente sorprenda leer que, de la Batalla de Tucumán, el archivo no cuenta con documentación alguna. Atribuido a una política de sesgo centralista, incluso en nuestros días, toda esa documentación se encuentra en Buenos Aires, en el Museo Mitre. Solicitada cuando B. Mitre escribió la Historia de Belgrano, nunca fue devuelta a su lugar de origen. Actualmente se intentan completar el acervo del Archivo por medio de copias digitales que, además, cuenta con gran parte de él en este formato, facilitando su acceso.

Inmigración

Tras la pregunta por registros particulares sobre los inmigrantes que llegaron a la provincia, se indica su ausencia. La mayoría de ellos ingresaron por el puerto de Buenos Aires o de Rosario. Sin embargo, luego de la gran oleada inmigratoria de 1880 queda asentado en los registros el rotundo aumento de apellidos extranjeros, italianos, suizos, entre otros. Hasta entonces, la mayoría de los apellidos eran españoles o indígenas. También es posible rastrear la movilidad social e inserción de los inmigrantes por medio de solicitudes de préstamos, compras de inmuebles, sociedades con familias ya asentadas, etcétera. Por medio de todas las actividades registradas en las que su presencia aumentó a fines del siglo XIX.

Estudiantes y egresados de la Facultad de Filosofía y Letras – UNT visitan el archivo. Si bien se ha digitalizado parte del contenido para facilitar el acceso y preservar los registros más antiguos, la tarea que queda por hacer es enorme.
A su vez, el Director señala cómo en los últimos años, se ha indagado en el rol y la figura de la mujer a través del tiempo. Las respuestas están allí, a la espera de su revisión.

El Archivo Histórico: una forma de ver el mundo

Este Archivo se encuentra disponible para quien desee visitarlo, revisar su contenido. Como afirma Sánchez Toranzo, un Archivo Histórico “no es tan sólo un depósito de libros antiguos, sino el lugar al que acudir para comprender nuestro modo de ver el mundo y de situarnos en él. El legado de quienes nos precedieron y contribuyeron a la formación de nuestra provincia, con sus aciertos y errores, se plasma en nuestro presente”.

Autora de portada: María Gabriela Cisterna