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HISTORIA VAMOS DE PASEO

En los campos de Ibatín, una Nueva Tierra de Promisión nacía

Ibatin - Parque Provincial Ibatin

Quizás alguna vez se preguntaron si la ciudad de San Miguel de Tucumán siempre estuvo emplazada en el mismo lugar. La respuesta es no. En el periodo colonial, allá por 1565, la “Nueva Tierra de Promisión” se fundó a orillas del río Pueblo Viejo, en medio de las Yungas. 120 años después, imperó la urgencia de abandonar aquellos campos. En esta nota te invitamos a conocer la historia de Ibatín (o la primera San Miguel).

Tierra próspera, tierra de promisión: los campos de Ibatín

La Gobernación de Tucumán, Juríes y Diaguitas fue creada por Felipe II en agosto de 1563. Dicha Gobernación estaba subordinada al virrey de Perú en lo que a asuntos de gobierno se refería. En aquel tiempo, el gobernador era Francisco de Aguirre, quien a su vez encomendó a Diego de Villarroel instalar un pueblo en el campo de Ibatín, a la ribera del río que salía de una quebrada.
Siguiendo dicha orden, en 1565 Villarroel fundó la ciudad de “San Miguel de Tucumán y Nueva Tierra de Promisión”.  Comprender algunos sucesos y características del sitio nos permitirán entender por qué 120 años después fue necesario un traslado y una segunda fundación.

Ibatin - Mapa
Mapa de Ibatín. Siglo XVI. Autor: Facebook Ricardo Roldan

Ibatín se encontraba a orillas del río Pueblo Viejo e inserta en medio de la Selva Pedemontana (Yungas). En este ambiente selvático y subtropical, la vegetación autóctona incluía árboles como cedro, nogales, lapachos, tipas y cebil. La ciudad tenía la forma de un damero, un cuadrado con siete manzanas de cada lado, estando la plaza en el centro. En cuanto a las construcciones principales, se encontraban el Cabildo con una cárcel y un cuartel, la iglesia Matriz, las iglesias de los jesuitas, de los mercedarios, de los franciscanos y la de San Judas Tadeo y San Simón. Por su parte, las manzanas estaban divididas en cuatro grandes solares que dejaban en el centro una zona verde, al encontrarse los fondos no edificados de las viviendas.

Tensiones entre indígenas y nuevos pobladores

Antes de la fundación de la primera San Miguel, aparentemente estas tierras eran usadas por los indígenas del llano para sus cultivos. Era de esperar que surgieran tensiones entre los primeros y los nuevos ocupantes. Los recién llegados sufrieron recurrentes ataques de los indígenas quienes, en 1578, provocaron un incendio que marcó la historia de la ciudad.
Se quemaron casas y cosechas, los indígenas querían recuperar sus tierras. Frente a esto, los vecinos supieron resistir y asegurarse la gracias a la ayuda de los pobladores de Santiago del Estero. A este episodio le siguió un tiempo de relativa calma y desarrollo económico, que incluyó la fabricación de tejas (“musleras”) y carretas de madera (por cierto muy famosas en todo el virreinato del Perú).

¿Eran los campos de Ibatín un buen lugar para vivir?

Con el tiempo Ibatín se iría revelando como un lugar poco hospitalario. ¿El motivo? Principalmente las constantes inundaciones y recurrentes enfermedades relacionadas con la calidad del agua y la presencia de mosquitos (que trajeron la fiebre palúdica).
El río Pueblo Viejo proveía de agua a la ciudad mediante la excavación de un sistema de acequias que corrían a lo largo de las cuadras. Sin embargo, debido a las periódicas crecidas típicas de la región, el curso del agua se fue obstruyendo. La situación empeoró en 1678, cuando ocurrió una inundación sin precedentes: el agua arrasó las viviendas de la zona norte y destruyó la ermita de los santos Judas Tadeo y Simón.
Al año siguiente el agua llegó a las manzanas vecinas a la Plaza de Armas, siendo contenida por los fuertes muros de la iglesia jesuita. Aún así, destruyó las huertas y oficinas de un convento.

Ibatin - Parque provincial Ibatin 2
Parque Provincial Ibatin. Ruinas de importancia arqueológica. Autor: Facebook Recuerdos del bicentenario de la patria

Sumado a la cuestión de las inundaciones había otro factor importante que hacía necesario replantearse la continuidad de la ciudad. Dijimos que, por algún tiempo, en Ibatín se vivió una época de prosperidad económica. En ella, la ciudad era paso obligado del camino que conectaba el Alto Perú con Buenos Aires. Ser parte de aquella ruta posibilitó el desarrollo de actividades comerciales. Desafortunadamente las Guerras Calchaquíes (1630 y 1658) obligaron a modificar el camino, de modo que la antigua San Miguel quedaba excluida.

El traslado hacia La Toma

A raíz de todas las desventajas que comentamos, las autoridades decidieron convocar un cabildo abierto para discutir cómo seguir. Allí surgieron dos propuestas: una sugería limpiar el cauce del río para evitar futuros desbordes, opción que solo atendía a uno de tantos problemas que presentaba la región. La otra alternativa aseguraba que lo mejor era abandonar la ubicación actual y trasladarse a un sitio conocido como La Toma. Por allí pasaba el Camino Real que iba al Alto Perú, y de hecho se había formado un asentamiento espontáneo de viajantes y mercaderes que se dirigían allá.
En 1685, durante el gobierno de Fernando Mate de Luna, fue trasladada a ese lugar, que es su ubicación actual. En aquel entonces se conservó la disposición de los principales edificios: el Cabildo, la Iglesia Matriz y el Convento de los Padres Jesuitas.

Sobre el Parque Provincial Ibatín

Durante cientos de años no se prestó atención a este sitio, hasta que en 1940 se mandó a limpiar el terreno, oculto debajo de la selva que lo había invadido. Ello posibilitó que tiempo después se creara el Parque Provincial Ibatín, un sitio de innegable relevancia arqueológica para estudiar el Periodo Colonial Temprano.
Quien lo visite tendrá la posibilidad de imaginar cómo habría sido la vida allí hace más de 400 años. Puede apreciar el trazado de nueve manzanas en torno a la plaza, los montículos formados por el derrumbe de las viviendas, los cimientos del cabildo y los restos de los principales templos religiosos (Iglesia Matriz, Iglesia de la Merced, Templo jesuítico y Templo franciscano) que, en sus cementerios, conservan los cuerpos de viejos pobladores de la ciudad.

¿Cómo llegar? Tomar la Ruta Nacional 38 hacia el sur de la Provincia hasta León Rougés (5 km después de Monteros). Entrar a L. Rougés por la calle principal hasta el final, doblar a la izquierda y continuar hasta encontrar un camino de tierra hacia la derecha que lo conducirá hasta el Sitio Histórico Ibatín.

Autor de la imagen de portada: Facebook Recuerdos del bicentenario de la Patria.

En los campos de Ibatín, una Nueva Tierra de Promisión nacía ultima modifica: 2021-06-14T08:01:00-03:00 da María Lourdes García

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Marina Artese Grillo

Muy interesante! Cuánta historia conectada con nuestras raíces!

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