Una imperdible villa turística: San Pedro de Colalao

En el departamento de Trancas se halla San Pedro de Colalao, una villa veraniega enmarcada por los ríos Tipas y Tacanas. A solo una hora desde San Miguel de Tucumán, cuenta con imperdibles atractivos para recibir a los turistas. Esta villa agrupa bares en los que degustar comida típica, paseos de artesanos y espacios verdes en los que relajarse o practicar deportes. Además, destacan la Gruta de Lourdes, la Piedra Pintada, el Puente del Indio y la Laguna Escondida. ¡Las fotografías de bellos paisajes están aseguradas!

San Pedro de Colalao: primera villa turística del Jardín de la República

A fines del siglo XVII, el capitán Pedro de Ávila y Zárate y el sacerdote Luis Marañón fundaron, junto a casi cincuenta indígenas, la encomienda de San Pedro de Colalao. Las tierras fueron trabajadas por familias indígenas pertenecientes a las tribus de los Colalao, que provenían de las altas cumbres del Valle Yocavil o Santa María. Habían tenido que abandonar sus tierras, por orden del entonces gobernador Alonso de Mercado y Villacorta, en el marco de sus campañas calchaquíes.
En 1858, el apoderado de la comunidad de Colalao, Ambrosio Colombres, donó tierras para la construcción de una Iglesia y de un casco urbano. De este modo, para 1881 San Pedro ya contaba con Iglesia, comisaria, juzgado de paz, una escuela, una herrería, entre otros.

Como señala el historiador Franco Fogliata, “en 1930 San Pedro de Colalao había experimentado un extraordinario crecimiento como villa veraniega. Era la primera que había en la provincia de Tucumán. Contaba con caminos para el tráfico automotor, servicio de colectivo, energía eléctrica, agua corriente, correo y telégrafo, con hosterías, una hermosa iglesia y con no menos de 15 negocios de todo tipo”. Entre las hosterías más emblemáticas del lugar, destacan la Hostería el Lapacho y la Hostería ATEP, ubicada al frente de la plaza principal Leocadio Paz. Esta última está rodeada de antiguas casonas de fines del siglo XIX, en las que se advierte la influencia del clasicismo italiano.

Presencia de nuestros antepasados

En San Pedro de Colalao es posible encontrar yacimientos arqueológicos correspondientes a la cultura Ayampitin, Ampajango y Candelaria en todas sus etapas de desarrollo. Entre los sitios arqueológicos destaca Piedra Pintada, poco conocida por la mayoría, pero ubicada a solo 9 kilómetros de la villa.  El arqueólogo Inocencio Liberan la descubrió a fines del siglo XIX, a orillas del río Tipa. Tiene 3 metros de largo, 2,30 de ancho y más de 1,50 de alto, enterrada unos 2 metros por debajo del nivel del terreno. En cuanto a sus enigmáticas figuras talladas en cada uno de sus laterales, se cree que su significado está relacionado con cultos a la fertilidad y las cosechas. Está compuesta por 45 figuras en las cuales se pueden identificar contornos de aves y otros animales.

Esta piedra forma parte de la llamada “Ovejería” donde también se encuentran la piedra de Chulcas, la Piedra Hualinchay y la Piedra de Andrada.

Comidas típicas y religiosidad: festivales de San Pedro de Colalao

Por si esto fuera poco, San Pedro de Colalao es sede de numerosos festivales durante los primeros meses del año. Durante el mes de enero, se celebra el Festival Nacional de la Humita, luego en febrero el Festival Nacional del Quesillo y el Festival de la Nuez. Pero es en febrero (el 11, para ser más exactos) que la ciudad recibe muchísimos turistas, especialmente fieles católicos. Se celebra la fiesta de Nuestra Señora de Lourdes. El sábado más próximo al 11, hacia la tarde tiene lugar al aire libre una multitudinaria misa, seguida de una escenificación de la vida de Santa Bernardita y de las apariciones de la virgen.

La Gruta de Lourdes: punto de encuentro de miles de fieles argentinos

“El mensaje de Lourdes”, que es como se titula la emotiva escenificación, se realiza en un escenario natural de más de 10.000 metros cuadrados. Allí se desenvuelven alrededor de 300 actores y algunos animales, como caballos. La obra nos transporta al pueblo de Lourdes en el año 1858, cuando a Bernardita se le apareció “la Señora”, tal como solía definir a la Inmaculada Concepción. De familia sumamente pobre y con una salud frágil, Bernardita asistió a dieciocho apariciones de María, desde febrero hasta julio en la Gruta de Massabielle. 

Si hay un dato curioso a destacar, es que normalmente los 11 de febrero, llueve en San Pedro de Colalao. La contingencia climática no impide que los fieles vayan desde temprano a reservar buenos asientos para ver la escenificación. Pero claro, los más “duchos” saben que un paraguas y rompevientos son infaltables.
Ya sea ese mismo sábado, o el mismo 11, tiene lugar la peregrinación de antorchas. Se trata de una procesión que comienza en la Iglesia de San Pedro, y culmina en la Gruta de la Virgen de Lourdes. La gruta se puede ver desde la entrada al pueblo, y consiste en una réplica de la ubicada en Francia. De hecho, en ella se encuentra una piedra incrustada en uno de los muros, que fue extraída de la gruta original.

¿Qué hay en San Pedro de Colalao para los amantes de la naturaleza?

Una buena opción para pasar el día en familia es la reserva Fitozoológica Dr. Carlos Pellegrini. La misma cuenta con quinchos y asadores para pasar el día al aire libre rodeado por la naturaleza. A lo largo del recorrido, uno se sumerge en una selva y puede encontrarse con 120 especies diferentes.
Cuando se inauguró, la reserva era una granja ecológica educativa, con vacas, guanacos, corzuelas. Después pasaron a la familia de los monos y se fueron incorporando animales más grandes: felinos como tigres de bengala, leones africanos, pumas. Hoy también hay osos negros americanos y pardos e hipopótamos. Debido a las restricciones por la pandemia, actualmente el espacio no está habilitado para pasar el día, sino sólo para visitas.

Autor imagen de portada: Facebook Turismo en Argentina.