El arte del Renacimiento estudiado desde Tucumán

El día de hoy les proponemos volver sobre un periodo clave en la Historia del arte: el Renacimiento, que tuvo su foco de producción en la Italia del siglo XIV y XV. Para ello, nos contactamos con Adela Noriega, docente universitaria en la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Tucumán. En esta entrevista nos cuenta las implicancias de enseñar arte italiano en Tucumán, como así también lo importante que éste fue en la elección de su amada profesión.

Un amor cultivado desde la adolescencia

Adela Noriega es Profesora Adjunta en la cátedra de Historia del Arte II, en la carrera de Licenciatura en Artes Visuales de la Facultad de Artes de la UNT. Se trata de una asignatura centrada principalmente en el arte del periodo del Renacimiento, Manierismo y Barroco. Destinado a que los alumnos conozcan qué ocurrió en el periodo intermedio entre el Arte antiguo y el Arte contemporáneo, este espacio curricular se enfoca en el arte italiano, con sus artistas y obras.
La docencia, aunque no exclusivamente, si tiene mucho que ver con la vocación. En el caso de nuestra entrevistada, el despertar de su vocación tuvo que ver con tomar contacto con el arte italiano. Le preguntamos a Adela si recuerda el momento de su vida en que se encontró por primera vez con obras de arte renacentista. Efectivamente, su recuerdo es nítido: “La primera vez que me topé con una obra del Renacimiento fue en mi adolescencia, desde mi educación secundaria, con una materia, en el cuarto año en la Escuela Normal de Monteros, Historia del arte. Fue muy decisiva para mi profesión a futuro”.

A raíz de esta asignatura conoció a Leonardo da Vinci y a Miguel Angel. Nos cuenta a modo de anécdota que en sus ratos libres copiaba las obras de estos artistas. En definitiva, Historia del arte le permitió unir su habilidad para la disciplina del dibujo y el pensamiento artístico. “Luego, vino la Facultad y la Licenciatura en Artes que confirmó lo que traía, y construyó un gran amor por mi profesión”, nos comenta.

¿Cómo es la experiencia de estudiar y enseñar artes, y en especial, del Renacimiento?

“El objeto de estudio del arte, la obra, es un hecho complejo de análisis. El Renacimiento es el primer movimiento que se sitúa como un movimiento cultural. Así es que su enseñanza requiere conjugar puntos de vista crítico, interpretativo, documental y de síntesis” explica Adela Noriega.  El arte del Renacimiento se configura, según ella, como un “campo sociológico de análisis”. Y es en este momento que aparecen claramente definidas tres figuras claves del campo del arte: la obra, el artista y el mecenas.
Siendo un parteaguas en la Historia del Arte, y en palabras de la licenciada, “el Renacimiento construyó los pilares de un arte académico en términos de clasicismo. Podemos decir que constituye una norma sobre la que se cabalga para enfatizar o contraponer”.

“Viajar a Italia significó aproximarme a lo que enseño”

Adela tomó un curso de italiano, dentro del programa de extensión de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNT. Reconoce que la experiencia fue interesante, ya que lo dictaba una profesora italiana, y eso implicaba enseñar el lenguaje desde su propia cultura. Poder manejar con fluidez el idioma es un asunto pendiente aún, pero lo aprendido le sirvió para un viaje que realizó a ese país. En sus palabras, “viajar a Italia significó aproximarme a lo que enseño”.
Y hablando de asuntos pendientes, entre ellos se encuentra también un viaje a Italia que planea hacer junto a alumnas egresadas de la carrera en la que enseña. Esto nos lo contó a raíz de la pregunta sobre la recepción de los alumnos universitarios respecto al arte italiano. En relación a esto, nos comentó que enseñar este arte en Tucumán es muy significativo y que afortunadamente es bien recibido. 

“Recuerdo que tenía una alumna de origen italiano, Pazzi era su apellido. Sus aportes a la cátedra eran muy interesantes, me acercaba recortes de diarios y me contaba sus anécdotas familiares. Muchos alumnos ven este corte histórico con gran pasión”.

¿Cuáles son las claves para entender el arte que se produjo en el Renacimiento?

“Cuando hablamos de Renacimiento estamos señalando que es el renacer de una cultura, la griega y romana. Nos situamos en una Europa que deja los valores feudales para iniciar un gran proceso de cambio de la idea de mundo. El mundo se vuelve más humano, la mirada se posa en el hombre. Un hombre capaz de desarrollar sus capacidades espirituales e intelectuales. Todavía en el terreno del arte, el mundo espiritual está presente, faltan varios siglos para que esta situación cambie”.
“Italia, desde su lugar geográfico, posee un punto estratégico. Entre los siglos XIV y XV, aparecen elementos claves que favorecen el cambio de conciencia: una economía favorable y unos hombres capaces de propulsar este cambio: los humanistas. Surge, además, una clase social que adhiere a esta renovación, la burguesía”.
En cuanto a la concepción del artista, Adela nos explica que estaba unida a las habilidades técnicas”. No quiere decir que el artista sea un artesano nada más, sino que se dio un largo proceso para llegar a la triada del Renacimiento: Miguel Ángel, Leonardo y Rafael”. Estas figuras están reunidas bajo un mismo concepto, el de genios, “algo que hoy también subyuga en estas figuras, cuando uno visita por ejemplo la Capilla Sixtina”.

Para los curiosos: 3 obras icónicas del Renacimiento

La Piedad de Miguel Angel (quien entonces tenía 24 años). La encontramos en el Vaticano. Se trata de una obra magnífica en todos sentidos. Adela Noriega nos ofrece un breve análisis: “su composición es una pirámide, donde el vértice es María. Se ve la articulación de los dos protagonistas: María y Cristo, sostenido por su madre, de una horizontalidad quebrada, expresiva, a pesar de estar muerto”.
La primavera de Botticelli. La encontramos en la Galería Uffizi, en Florencia. “Es una obra preciosa. La narrativa mitológica es importante: el desfile de la primavera, pueden imaginar la preciosura de un tapiz florido”. Botticelli fue un artista que perfiló un aspecto nuevo, fue un artista intelectual.
Capilla de arena de Giotto, en Padua. “Giotto es el gran renovador de la pintura, con él inicia la pintura al fresco (pintar sobre pared). Es una obra en su totalidad bella, como edificio y como ciclo pictórico. Trata la vida de Jesús, de María y una secuencia inferior de friso en el zócalo, con el tema de Vicios y Virtudes, y su Juicio Universal. Giotto demuestra allí su creatividad e inventiva, plena, como artista del Trecento florentino”. Concluye Adela.

Autor/a imagen destacada: Adela Noriega.