El pasado 19 de febrero se cumplieron cinco años de fallecimiento del gran intelectual italiano Umberto Eco. Además de sus múltiples novelas, escribió ensayos de crítica, de estética, de arte, de filosofía en general. Entre sus amplios intereses, se pueden destacar el estudio de la semiótica y su impronta intelectual como medievalista.
Umberto Eco: el pensador
Discípulo de Luigi Pareyson, destacado intelectual italiano, la producción escrita de Eco tiene una fuerte influencia de sus áreas de intereses teóricos. Su novela más conocida El nombre de la Rosa se ambienta en el período histórico a cuyo estudio él se avocaba: la Edad Media. Por otro lado, ella da cuenta de su increíble bagaje cultural. Una obra capaz de concentrar diálogos e intertextualidades que van de Borges a Guillermo de Ockham.
Es posible afirmar que una visión generalizada de la Edad Media la posiciona bajo prejuicios de oscurantismo intelectual. Aunque baste tomar a cualquier estudioso para probar la falsedad de esta generalización. Sin embargo, podríamos preguntarnos si no es acaso en esta cosmovisión plagada simbolismos donde nace el interés del italiano por la semiología. Es decir, si acaso en una época de fuerte impronta simbólico-religiosa se encuentra el origen por la necesidad de comprender los sistemas de signos que nos contienen. En ellos estamos inmersos.
Historia de la Fealdad e Historia de la Belleza
Las Historias de estos dos conceptos estéticos siguen quizá en popularidad a sus novelas. Así también, estos dos conceptos sean tal vez grandes enigmas de la humanidad. ¿Es posible responder qué son a través de una recapitulación de lo que fueron? ¿Qué objetos son signo o vehiculizan las nociones de belleza y fealdad? A esta altura, quizá sea una obviedad señalar que una perspectiva histórica de estos sentidos estéticos variará los objetos que los refieran de una época a otra. Es decir que, nuevamente, los sistemas de signos entrarán en juego.
Finalmente, quizá otro rasgo de la brillantez del autor sea el valor de emprender una prolífica tarea de escritura cuando se comprehende que estamos inmersos en sistemas de signos y, sin embargo, se acepta el desafío de expresarlos.
Autor de portada: Facebook Ministerio de Cultura de la Nación