La Laguna del Tesoro es un sitio ineludible dentro del circuito de turismo interno de nuestra provincia. De un tiempo a esta parte se ha convertido en un importante destino turístico para los amantes del trekking, del campamentismo y sobre todo del ecoturismo, gracias a la belleza y peculiaridad del paisaje que la rodea.
La historia detrás del paraíso
La leyenda se remonta a la época en que llegó la noticia de la captura de Atahualpa por parte de los españoles y el pedido de Pizarro. Este prometió vida y libertad al Sapa Inca si le llenaba una vez de oro y dos veces de plata el aposento de siete metros por cinco que le servía de prisión, hasta una línea blanca trazada en el muro “a la altura de un hombre con el brazo levantado”. Aunque se cumplió con lo solicitado Atahualpa fue ejecutado el 26 de julio de 1533.
Se dice que los habitantes establecidos en el Pucará de Aconquija hicieron una magnífica cadena de oro de varios metros de largo. Cada eslabón era del tamaño del puño de un hombre. Al enterarse de la muerte de su líder, los tesoros se ocultaron. Una de esas cargas fue a parar a una laguna, donde en el fondo, según la leyenda, se encuentra un gigantesco toro de fuego de astas doradas (algunas versiones representan al toro color negro) que hace enloquecer las aguas y sale al encuentro de todo aquel que intente recuperar el oro allí oculto. Desde ese momento quedó el nombre “Laguna del Tesoro”, situada al pie del nevado de Aconquija en el límite de Catamarca y Tucumán.
La laguna, un tesoro del norte argentino
La Laguna del Tesoro es uno de los destinos mejor guardados que Tucumán tiene para ofrecer. A 120 kilómetros de San Miguel de Tucumán, camino a Catamarca, se localiza el Parque Provincial el Cochuna, que cuenta con una densa vegetación subtropical. A 1750 metros de altura está la Laguna del Tesoro, rodeada de montañas que la dotan de una belleza extraordinaria.
Movilizándose desde San Miguel de Tucumán, se llega a la ciudad de Concepción después de recorrer 67 Km. por R.N. Nº38 y desde allí se toma en dirección Oeste la R.P. Nº365. Luego de poco menos de una hora por camino pavimentado y luego camino de ripio, se llega a Vialidad Nacional, lugar en donde comienza la travesía.
Si se sigue el sendero que lleva a la laguna, se tarda aproximadamente 8 horas en llegar a destino.
Para empezar, se recomienda estar guiados siempre por personas o baquianos del lugar para no pasar momentos de sorpresa en la selva nubosa tucumana. Allí se encontrará con una zona de cabañas en donde se pueden poner las carpas, ya que durante el invierno la temperatura baja considerablemente.
La mejor época para visitar la Laguna del Tesoro es en primavera (septiembre – noviembre) y otoño (marzo – mayo) ya que se evitan las bajas temperaturas del invierno y las lluvias de verano.
¿Cómo prepararse para la travesía?
Lo primero es tener un guía idóneo y responsable para evitar cualquier contratiempo. Él será encargado de obtener los permisos para poder pasar por terrenos privados.
Por otro lado, pasemos al equipamiento propiamente dicho el viajero. Debe llevar zapatillas del tipo trekking, un pantalón liviano y bermudas, una remera de secado rápido, un suéter de polar, gorra o sombrero, un rompeviento en caso de lluvia, además de una mochila de unos 30 litros.
Se recomienda a los excursionistas contratar el servicio de caballo de carga para alivianar el viaje y hacer que el recorrido sea más placentero. Respecto al costo, varía de acuerdo al servicio que requiera el visitante.
Se trata del denominado turismo de aventura. Gracias a la difusión de internet de este destino, lo han visitado personas que llegaban desde Uruguay, Cuba, Estados Unidos, España y, por supuesto, de nuestro país.
Las condiciones actuales fomentan el turismo interno y, sin dudas, La Laguna del Tesoro es un destino imperdible para conocer mejor nuestra provincia.
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