La valija: viajar a través del mundo, una historia que se repite

Sobre la foto de portada, en el primer lugar, contando desde la derecha, aparece un personaje, recién llegado de Italia. También la valija y el baúl, acordes a la época, aunque hoy nos parecerían muy pocas cosas. A fines del siglo XIX y durante el siglo XX llegaron al país inmigrantes de distintos lugares de Europa. Muchos de ellos provenientes de Italia, otros de España. En Tucumán, la comunidad italiana que se asentó, legó una herencia y tradición fuertes hasta el presente. En la nota de hoy hablamos sobre la foto mencionada.

La foto

Serio y de traje, camisa blanca. Sostiene algo que pareciera ser un libro o un diario. El pelo engomado, la mirada directa hacia el punto donde la fotografía es tomada. Recién bajado del barco que salió de Génova en 1921, Principe di Udine, hacia el puerto de Buenos Aires. Damian llega en primera clase. En Italia, ya han muerto buena parte de sus hermanos en la Primera Guerra Mundial. De Barra, zona de Nápoles a la que jamás regresará, no volviendo a ver a los hermanos sobrevivientes. Ni a los padres, ni a la casa, ni las calles o la Ópera en la que cantó durante su infancia. Va, pensiero, sull’ali dorate. Va, ti posa sui clivi, sui colli. Las cejas espesas y la punta de los zapatos difuminada en la fotografía por el paso del tiempo. Una valija o bolso a su lado y otro personaje, desconocido.

Ove olezzano tepide e molli. L’aure dolci del suolo natal. También se ve, en el fondo de la imagen, una puerta abierta, donde un cuerpo en movimiento parece ingresar. Así lucen los arribos: inquietantes. En el fondo, también, un cuerpo que solo vislumbramos hasta la base del cuello. Decapitado. Y todo eso quizás sea una metáfora de algo, todavía indescifrable. Debido a los pocos, quince o dieseis años, escasas decisiones de las tomadas han sido producto de su albedrío. Así, tras la fotografía capturada, llegaría a Tucumán. Donde se casaría, tendría dos hijas y trabajaría el resto de su vida. Finalmente, la composición general de la foto. Así como los ladrillos del puerto y la valija contra la pared, una serie de objetos que contienen, como en su esencia, las perspectivas de cambio y vidas aún no comenzadas.

La valija: contener la vida

Antes de llegar, no hay comienzo. Después la vida adulta se construye y las etapas pasadas se convierten en ficción. El baúl en la parte izquierda de la fotografía aún existe. No así los seres humanos que habitan la fotografía, tanto el desconocido como Damian.

En una casa, en Avenida Roca y Entre Ríos (Tucumán), el baúl aún guarda objetos e interpela a los descendientes. En una casa por la zona de San Cayetano, se aloja un baúl casi idéntico. Como son las emociones generales de los migrantes, entonces, en los siglos pasados y ahora. Pese al paso del tiempo, Damian llegó enviado. Arribó a Tucumán con un tío, pero antes, solo, congeló su entrada en una inagotable imagen. Donde las figuras contrastan, donde hay extraños, donde los objetos requiere interpretarse. Analogía, alegoría, revelación de la vida futura. Oh, mia patria sì bella e perduta. Oh, membranza sì cara e fatal.

Autor de portada: Gabriela A. Cisterna