Cada 6 de enero los niños esperan la llegada de los reyes magos. Con el paso del tiempo, estos personajes tan misteriosos son casi desconocidos para la mayoría. En esta nota, te contamos un poco más acerca de esta tradición y del misterio de los magos de Oriente.
¿Qué sabemos de los reyes magos?
El día de reyes es una fiesta cristiana muy amada por los niños, pues es el día de recibir regalos, como en Oriente en el día de san Nicolás de Myra.
Lo que sabemos de ellos nos viene del relato del evangelio de san Mateo y de la tradición cristiana hasta el medioevo. Para el siglo XIII, se sostenía unánimemente en occidente el que fueran tres: Melchor, Gaspar y Baltasar.
San Mateo narra el nacimiento de Cristo en Belén y luego, la llegada de unos magos de oriente que, siguiendo una estrella, se encaminaron hasta el pesebre para adorar al rey de los judíos que acababa de nacer.
Antes de esto, pasaron por la corte del rey Herodes para informarse mejor. El monarca les pidió que, una vez encontrado ese misterioso rey, le avisaran para ir a adorarlo, mas su intención era darle muerte.
Una vez delante del niño, le ofrecieron oro (homenaje a su realeza), incienso (homenaje a su divinidad) y mirra (utilizada para aliviar el dolor y sepultar a los difuntos, en clara alusión profética a su pasión y muerte).
Un ángel los puso al tanto de las intenciones de Herodes y regresaron a su tierra por otro camino. Esto encendió la ira del rey, que mandó matar a todos los niños menores de dos años. Este acontecimiento conocido como el día de los “Santos Inocentes” se conmemora el 28 de diciembre.
¿Cuántos eran?
En occidente se sostiene que los reyes magos fueron tres, en base al número de regalos de los que habla san Mateo. Pero en la narración del evangelista no se precisa el número y tampoco, los nombres.
Hasta el s. III, existían representaciones del acontecimiento en los que podían verse dos o tres magos de oriente.
El número y los nombres de los reyes magos, tal como los conocemos hoy, se hace presente solamente en el s. VI, en un mosaico de la basílica de san Apolinar el Nuevo en Ravena, Italia. En este mosaico, aparecen los magos con ropas persas, representando edades distintas y sus nombres escritos. Los nombres se habrían tomado de algunos escritos apócrifos. Recién en el s. XV aparecerán las primeras representaciones de Baltasar como un moreno de rasgos africanos, representando así en cada uno de los personajes a las distintas etnias de la Edad Media.
¿Eran reyes y magos realmente?
El término “mago” no se refería estrictamente a un hechicero. De hecho, es una palabra persa que designaba a los sacerdotes y a los sabios.
Del persa maguusha pasó al griego μάγος (magós), de allí al latín magus, y del latín a las lenguas romances como el español y el italiano: mago.
La referencia del evangelista al hecho de que siguieran una estrella, nos encamina a pensar que se trataba de hombres sabios dedicados a la astronomía y las profecías antiguas.
El permitirse este tipo de vida y los regalos que portaban hacen pensar que se trataba de personas pudientes. Que fuesen reyes, se sostiene desde el s. III, cuando santa Elena encontró sus reliquias.
La tradición cuenta que el apóstol Tomás los consagró obispos en el reino de Saba, fueron martirizados en el año 70 y sepultados juntos.
Las reliquias de los reyes magos
Actualmente, los tres cráneos de los magos de Oriente se veneran en la catedral de Colonia, Alemania. Come mai?
Siempre siguiendo los datos de la tradición, santa Elena, madre de Constantino, se propuso encontrar y resguardar las reliquias mas importantes del cristianismo. Fue ella quién encontró la cruz del Señor y también los cuerpos de los tres magos que estaban dentro de un sarcófago con sus cabezas coronadas. De allí que se piense que eran reyes.
Consideremos que la “reyecía” no se entiende de la misma forma en oriente y occidente. Bien podrían ser los líderes de su casta o familia que asociados formaban un único reino o imperio.
La emperatriz trasladó sus reliquias a Constantinopla, donde permanecieron hasta que Federico Barbarroja se los llevó a Alemania en el s. XII, donde se construyó la famosa catedral de Colonia.
Costumbres de este día
Vale la pena aclarar que la costumbre de esperar la llegada de los reyes el 6 de enero es una costumbre española. Esta tradición se difundió especialmente en las regiones de influencia hispánica a partir del s. XV.
Se celebra en esta fecha porque es el día litúrgico de la Epifanía , donde los reyes representan a los pueblos paganos que reconocen al Mesías. También se asocia a este día la tradicional rosca o roscón de reyes.
En Italia, especialmente en la zona septentrional, no se espera la llegada de los reyes sino de la Befana, asociada también a los magos de oriente.
Las iglesias griegas de Italia celebran el 6 de enero el día del Bautismo del Señor, también una epifanía, pero centrada en la manifestación trinitaria del río Jordán. Este día se bendicen las aguas y las candelas, siendo un día muy festivo en las comunidades de Calabria y Sicilia.
