Victoria Bibiloni: LAB 700 Parole, escritura e italianidad

El proyecto LAB 700 Parole -organizado por el team de Lettere Maiuscole y desarrollado a través de la Community itNoi– fue la oportunidad que muchos aprovecharon para reconectarse con la escritura y con las raíces. Victoria Bibiloni Abbona, una de las participantes, nos cuenta su relación con la cultura italiana, con la literatura y su experiencia en el proyecto.  

Influencias para Victoria Bibiloni

“Soy italoargentina gracias a mi nonno y a mi mamá. Él llegó desde Dogliani, un pueblito en la provincia de Cúneo, en Piemonte a los 19 años. En ese momento, se había recibido de ebanista hacía muy poquito y mi bisabuela lo mandó a Argentina por miedo a que hubiera otra guerra. Durante mi infancia en Mar del Plata, de donde soy oriunda, mi nonno fue una figura muy importante porque, así como me regalaba chocolates también me compraba enciclopedias y libros o me regalaba juguetes de Caperucita Roja y Mafalda. Creo que eso un poco definió mi acercamiento a la literatura varios años después. Mi mamá también se encargó de transmitirnos las tradiciones de su familia y ese amor incondicional por Italia. El año pasado nos anotamos juntas en un curso de piemontés y ahí afloraron muchos recuerdos y anécdotas más ¡y aparte aprendimos el idioma!” comenta Victoria Bibiloni.

Su relación con la literatura

“Aparte de leer, me gusta mucho producir e investigar, tener la mayor cantidad de información posible. Cuando salí del secundario no sabía qué estudiar y por más de que todos mis profesores del secundario dijeran ‘Letras’, yo no estaba convencida. Un día llegó a casa un amigo de mi mamá y me dijo ‘¿Y por qué no estudiás periodismo? Tiene todo eso que estás buscando, vas a leer un montón sí, pero vas a escribir mucho más’. Así me convertí en periodista. Escribo noticias y artículos sí, pero también tengo mis blogs sobre cuentos y relatos cortos. Las palabras nos dan la posibilidad de poder contar, y eso para mí es crucial. Yo amo contar historias y por eso escribo. Ya sea desde el campo de las letras o desde el periodismo, poder aprender a hacer eso es una experiencia apasionante, inigualable, diría” añade.

Descubriendo a Dante

Victoria relata que en una de las enciclopedias que tenían, había un tomo sobre personalidades y bajo el título ‘¿Quién escribió La Divina Comedia?’ aparecía la imagen de Dante. Más adelante, estudió italiano en la Dante y descubrió una versión de ese libro en italiano en la biblioteca de su casa. “Leí por primera vez La Hija de Rappaccini de Nathaniel Hawthorne que tiene varias referencias implícitas a La Divina Comedia así que terminé comprando todo el combo y vi desde los dibujos animados sobre Dante y Beatrice hasta una conferencia de Borges. Me parece increíble cómo en toda la literatura universal el nombre de Dante y su legado siempre están presentes. Hay películas, ensayos, podcast, y otras representaciones en un montón de lenguajes que hacen que una obra escrita hace más de siete siglos se mantenga vigente para todas las generaciones” cuenta.

Victoria Bibiloni y su experiencia en el Lab 700

“Se combinaron varios factores en el momento en que abrió la convocatoria al LAB 700. Estaba cursando Literatura Inglesa, volví a leer La Hija de Rappaccini y planeaba mis vacaciones después de casi tres años. Me surgió la necesidad de volver a escribir y me gustaba pensarme escribiendo algo que reflejara mi ítalo-argentinidad. Era el momento perfecto. Tener entre los escritores convocados a gente de la talla de Victoria Montemayor fue un gran orgullo, pero también una gran responsabilidad. Las últimas dos palabras que escribí fueron -no casualmente- ‘las estrellas’. Las terminé de escribir en papel, frente al mar, y pensando que así de basto es todo el universo alrededor de Dante. Si bien las palabras de mi relato para el LAB fueron solamente 700, para nombrar todo lo grande de la literatura italiana de Dante y su obra, ni siquiera basta un mar”, finaliza Victoria.