Encontramos el origen de esta tradicional torta en el norte de Italia, específicamente en la provincia de Mantua, región de Lombardía. En esta nota les contamos un poco de su historia y les dejamos una de las recetas más conocidas. ¡No esperen más para probar la riquísima Sbrisolona!
Sus orígenes
La Sbrisolona es también conocida como Sbrisulòna, Sbrisolìna, Sbrisulùsa o Sbrisulàda. Su nombre se refiere a la friabilidad que es su característica principal, el desmigajarse fácilmente al ser trozada. Es por este motivo que la Sbrisolona se distingue de otros postres, ya que debe ser trozada directamente con las manos y no con cuchillo como se haría normalmente en otros productos. Se considera que proviene de la palabra brìsa que en dialecto mantovano se traduciría como “miga”. Era llamada torta delle tre tazze, porque como puede deducirse, se utilizaba una taza para medir los ingredientes que se emplean en igual medida. Siendo entonces necesarias una taza de harina de maíz, una taza de harina “blanca” y una taza de azúcar.
De raíces campesinas al mundo
Este dulce, se cree, tiene orígenes campesinos. Esto es así por los ingredientes principales: harina de maíz y grasa, utilizados tradicionalmente en esa cocina,que con los años fueron refinados. Con la llegada de los Gonzaga este dulce fue enriquecido con la adición de azúcar, almendras y especias. Se considera que sus orígenes se remontan al siglo XVII. Se preparaba generalmente para ocasiones especiales como nacimientos o promesas de matrimonio, y para ser conservada durante un largo tiempo.
PhotoCredit: Paula Lorini.
Debido a su consistencia seca y friable, es común acompañar esta preparación con un té o café amargos, vinos generosos como el oporto, Vin Santo o coñac. Muchas familias además, solían bañar la torta en grappa. Actualmente podemos incluso encontrarla empaquetada industrialmente en supermercados no solo dentro de Italia sino del mundo entero.
¿Cómo se hace?
A continuación, les compartimos una de las recetas más preparadas en la actualidad:
Ingredientes: 200g de harina de maíz; 200g de harina 00 (en su defecto podríamos usar harina 000); 200g de harina de almendras; 40g de almendras groseramente troceadas; 200g de azúcar; 10g de polvo para hornear; 2g de sal; 200g de manteca pomada; 100g de huevos (aproximadamente 2 huevos medianos); una cucharadita de esencia de vainilla y 30g de coñac.
Modo de preparación: Colocamos las harinas de maíz, de almendras y la 000 sobre la superficie de trabajo, agregamos el polvo de hornear y disponemos todo en forma de corona. En el centro colocamos la manteca pomada junto con la sal, los huevos y el azúcar. Comenzamos a integrar los elementos del centro y añadimos el coñac, la esencia de vainilla y las almendras troceadas. Terminamos de integrar los ingredientes que dispusimos en el centro de la corona.
PhotoCredit: Paula Lorini.
Comenzamos entonces a trabajar la preparación integrando los ingredientes externos con los del interior. En poco tiempo obtendremos una consistencia homogénea, transferimos la masa a una asadera con papel manteca y lo aplastamos con la mano casi hasta cubrir la totalidad del recipiente. Llevamos la asadera a la heladera por aproximadamente cuatro horas para enfriar la preparación.
Una vez que la encontremos fría y sólida, vamos a realizar la granella. Para ello, con la ayuda de una rejilla o un rallador vamos a presionarlo, obteniendo unas migas gruesas.
Enmantecamos un molde de torta (es más fácil si es desmontable) y colocamos las migas sin aplastarlas. Hornear por 45 minutos a 170° centígrados o hasta que esté dorada. Sacamos del horno y dejamos enfriar.
Un postre para compartir en familia
La Sbrisolona es un postre que se puede consumir en cualquier época del año. Podemos conservarla por aproximadamente una o dos semanas a temperatura ambiente o congelada hasta cerca de dos meses. Incluso podemos congelar la mezcla sin cocción. Este postre tradicional es ideal para compartir en familia y con amigos. ¿Qué esperan para probarlo?
